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viernes, 8 de agosto de 2008

Hola, sí, vengo a buscar el certificado.

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La organización del Beer&Bloggers me dejó picando una reflexión, que aquí mismo tipeo. Frente al mar y con un cortado en jarrito y una medialuna salada. Ñami.

Es común que en las facultades de Derecho (y de otras carreras, claro) existan charlas, conferencias o debates abiertos. Sea que algún geniecillo viene a dar una charla en su paso por el país o por la ciudad, ya sea invitado por la facultad o por alguna agrupación estudiantil, o que -en el contexto de un conjunto o set de encuentros de temáticas en común- algun profesor de la casa ofrezca sus conocimientos al auditorio estudiantil.

He ido a muchas, sin duda. Muchas, muchas; tal vez por ser curioso. En realidad parto de la premisa de que toda persona que habla detrás de un micrófono, escritorio o cualquier entidad que la separe del llamado "auditorio", considero que lo hace porque algo tendría para decir y ese algo tal vez me sea interesante. A veces resulta así y a veces todo lo contrario.

Lo curioso, y que siempre me llamó la atención, es que muchas veces en los afiches se aclara que "se entregan certificados". La lógica es clara: se entrega un papel que dice que alguien estuvo en un determinado lugar donde se habló de una determinada cosa.

Y es más curioso que al día siguiente de la charla muchísima gente va a pedir sus certificados. Pero no termino de entender para qué.

Me han ofrecido muchas veces al grito de "che, ¿no querés el tuyo?". Y dije que no; no de mala onda sino con aires de no entender para qué necesitaría un papel que me diga que fui a un lugar a donde yo ya sé que fui. Claro, es para que otro sepa que yo fui a un lugar. ¿Pero para qué?

Especulo tres ideas, planteadas en la onda "Texto jurídico" y esa insoportable costumbre de a todo llamarlo "tesis" o "teoría". Ahi van:

La tesis laboralista: Primero pensé que esas personas trabajaban o habían faltado a algun otro lado y tenían que presentar una constancia. Tal vez así se les bonificaba algún dinero, o se les permitía faltar aun cuando no les pagasen, etc. Pero ví que no venía por ese lado.

La tesis nostálgica:Después pensé en el souvenir; tal vez buscaban tener un recuerdo de aquél grato momento. Pero tampoco. Una charla no es una fiesta de quince. No tendría sentido.

La tesis curricular:Después pensé que era para agregar al currículum, que según ví, parecía la respuesta más acertada. Pero aun así no termino de comprender cuál es el criterio. Si uno agregase todas las "charlas" que va en su vida universitaria, el currículum tendría páginas y páginas fechas y temáticas y oradores. El currículum pasaría a ser un mire lector a todo lo que fui. A mí me dijeron tres cosas sobre el currículum alguna vez: que sea breve, que no sea patán(1), y que partas de la premisa de que el lector no es idiota.

Me cacho, sigo sin entender. ¿El decir que uno fue a una charla o conferencia implica decir "yo ahora sé lo que esta persona dijo"?

Qué se yo. La cosa es que después de todas las charlas la gente pide inmediatamente el certificado. Yo no pedí ninguno y si me lo dieron lo tiré. No de rebelde, insisto, sino de ignorante: desconozco su utilidad.

Capaz al recibirte te piden un mínimo de 50 y yo esa línea del plan de estudios no la leí y me reciba cuando vaya a 50 charlas pidiendo el papelito. O tal vez realmente esas cosas vayan al currículum y alguien diga "qué importante, este pibe fue a una charla del Dr. Montoto sobre las nuevas visiones del muro encaballado. ¡Es un crac!".

En unos cuatrimestres les cuento.

PS: Para la lectura de esta entrada no se entregarán certificados.


(1) Patán como palabra justamente ambigüa que denota la actitud de mostrarse al mundo como un genio en todo. Esas conclusiones las tiene que sacar el lector dado el caso.
(Nobleza Obliga) El dibujito que figura en esta entrada pertenece a la tira "Batu" del dibujante Tute. Pueden encontrar sus supergeniales trabajos en [ésta, su página] o en su blog [acá] o en la sección "humor" de lanacion.com

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Hace muchísimo tiempo atrás tuve que ir a un laboratorio de análisis clínico que me había recomendado mi médico. Era grande, con uno o dos pisos a los que se accedía por escalera. Lo notable era que las paredes estaban llenas de cuadritos. Al mirarlos (soy de los que leen todo) descubro que la abrumadora mayoría era pedidos de reprints de artículos escritos por el dueño del laboratorio. También he observado de que en muchos congresos se dan certificados de asistencia (o para ser más precisos, son certificados de inscripción). Creo que responde a varias causas y además dependiendo de la profesión de la persona. Los médicos, abogados y algunos otros tienen la obligación legal de mostrar el título. Los físico, matemáticos, químicos, etc. no. Dudo que encuentre muchos de estos últimos que tengan en exhibición títulos. Los médicos (y prejuzgo los abogados, porque no los frecuento) suelen mostrar todo. Creo que como extensión de la obligación legal, para mostrar su idoneidad, y, last but not least, por vanidad.
También se suele poner en los curriculum. No todos escucharon lo que usted escuchó sobre los mismos. Y como con los planos, la mayoría es incapaz de leerlos y sacar una conclusión.
Y para finalizar confieso que bajé mi diploma de haber participado en el record de bajadas de Firefox 3

Anónimo dijo...

Es una buena pregunta. Creo que depende a que charla uno asiste. Por ejemplo, yo fui a varias, algunas una pérdida de tiempo y otras no tanto (una organizada por CLADEM Argentina, excelente). ¿Para qué sirven?, hace poco me inscribí en una Junta de Clasificación Media y obtenías puntaje (muy poco) por cada certificado en calidad de asistente y que cumplieren con las formalidades exigidas (sello, mas de dos firmas, etc). Esa sería una de una razón...

gA dijo...

1, Me parece que "no se usa más" en los estudios eso de tapizar la pared con certificaditos. Muchos médicos lo siguen haciendo. Es como un fetichismo de m´ijo el dotor.

2. El otro día fui a la Corte y vi la oficina de Lorenzetti, antes de llegar al despacho vas por un pasillo donde sí tiene muchos cuadritos, pero deben ser cosas más o menos relevantes.

3. El Flight Simulator X cuando superabas cierto nivel te permitía imprimir un diploma certificando que habías aprendido a volar aviones. Yo siempre pensé en que me lo iba a hacer cuadrito.

4. Es verdad que en algunos sistemas de concursos docentes de educación media tienen un sistema que premia el millaje acumulado. En concurso más importantes no suman ni restan mucho. Eventualmente se valorará que quien hizo muchos cursos o fue a muchos congresos demuestra cierta gana de aprender y eso será positivo, pero rara vez será un factor que decida por sí solo.

5. Una de las cosas que sí se usan para demostrar poder e influencia es poner en un lugar bien visible de tu despacho el kit de "mi foto con ...". Una vez fui a un Congreso de Constitucional en Chile y nos recibió el presidente Lagos; me impresionó terriblemente que había abogados muy formalotes y recoletos, que se mataron por sacarse una foto con él, casi se los lleva presos la custodia, y no porque lo admiren taanto, sino porque eso les permitía chapear luego. Si no conocés a nadie, el plan B es "mi foto en ..." (un abogado que hacía administrativo tenía una foto en el Consejo de Estado de Farncia; muchos tienen fotos en la Corte Suprema USA, y así).

Tomás Marino dijo...

Lo de los médicos es muy cierto. Mi tío es un gran cirujano y médico clínico pero sólo exhibe en su consultorio el título de grado; como para que sepas que no es curandero.

Pero mi otorrino, tiene 78 cuadros pegados con diplomas y afines. Digo el número exacto porque siempre tengo que esperar a montones y un día me decidí a contarlos. Y es una gran verdad que si uno se acerca encuentra desde cosas interesantes hasta "Curso de paella criolla". Es muy gracioso.

Debo aclarar, a riesgo de no quedar como un hipócrita, que no me refería a Congresos u actividades académicas de calibre tal. Si yo voy a un congreso, participo de sus debates y toda la cháchara, es claro que seguramente pida el certificado por lo que decía Gustavo: el tema laboral, posibles concursos para docencia, etc. Esos son esfuerzos que sí merecen ser reconocidos (aunque no exhibidos, lo que me parece, salvo el título de grado u otro superior, algo demás).

Lo que yo me refiero es a charlas informales, o no-tan formales que se dan en la vida universitaria típica. De esos que estás tomando un café para entrar a una materia y alguien dice "ah, en el aula 6 habla un tipo sobre políticas criminales, lo organiza el centro de estudiantes". Y uno va para escuchar qué dice. Llega, se sienta, espera, escucha (esto no lo hacen todos) y se va. El esfuerzo es nulo; bien se puede aprender, como bien se pudo ir a respirar aire y calentar silla.

En ese tipo de eventos mucha gente pide el certificado y esos son los que más me desconciertan. A menos que en un CV se pueda poner algo tipo "Además participé de todas estas charlas: [y acá iría la lista]".

Aun así el valor del certificado es nulo. Si lo adjuntás con el CV, evidentemente no sabés hacer un CV, y si acumulan esos certificados para empapelar su casa/habitación/futuro estudio, tienen un serio problema de autoestima.

Hice dos seminarios de extensión y sus diplomas los tengo guardados porque los valoro. Están hechos por orden del consejo académico, firma del Decano. En fin, fueron esfuerzos que me gusta tenerlos como reconocidos. Tampoco me voy a mentir.

Anónimo dijo...

sumando sumando certificados...valen como un posgrado...




pero tampoco estoy tan seguro

Tomás Marino dijo...

Capaz te los piden cuando vas a tramitar el título. "Sí, te faltan los 50 certificados de asistencias a charlas, triple copia certificada y 4 fotocarnéts."

Ahí me trago palabra por palabra.

Anónimo dijo...

Estoy de acuerdo con Tomás, las charlas organizadas por un centro de estudiantes no pueden ser tenidas tan en cuenta.

Pero creo que hay muchos Seminarios serios que sí valen la pena. Seminarios otorgados por la misma facultad y firma del decanato sino son irrelevantes. Si no sirviesen para nada la gente no pagaría alrededor de $300 que es lo que sale un seminario en cualquier universidad privada.

Alberto Bovino dijo...

Primero, no me parece que quién organiza la charla/seminario/congreso es irrelevante. Los estudiantes no son descerebrados y en muchas ocasiones organizan seminarios y conferencias más interesantes y de máyor nivel que otros de graduados o de la facultad.

Segundo:Tomás, yo personalmente creo que no sirven para nada, pero hay lugares —el glorioso poder judicial, por ejemplo—, donde no sólo valen sino que te los exigen. Afortunadamente, en los concursos docentes confían en la alabra de uno y no hay que rpesentarlos.

Por las dudas, empezá a juntarlos...

Abrazo,

ALberto

Tomás Marino dijo...

Alberto, no digo que sea irrelevante o que la regla es que los centros hacen cosas peores que otras unidades académicas o claustros.

Si lo dije, cometí una falacia.

Igualmente te anticipo que la facultad donde vos sos docente tiene una buena competencia entre agrupaciones estudiantiles y organizan cosas que a nosotros los del "interior" (no te voy a joder con que sos porteño porque sé que no lo sos!) nos parecen fantásticas.

La charla más pedorra de la UBA en Derecho puede ser el evento del año en otras Facultades. En eso son afortunados.

Por lo segundo es un buen dato y es bueno que quede acá anotado para quien entre y lo pueda leer. Insisto que mi entrada nacía de la más plena incertidumbre. Y de ello, jugar con algunas teorías.

Hugo dijo...

¿Y los CV normalizados para la Universidad, programa de incentivos, CONEAU, CONICET?

Federico Fernández Reigosa dijo...

Siempre desconfié de los profesionales que hacen gala de modo pedante de mil certificaditos...

Anónimo dijo...

Good dispatch and this post helped me alot in my college assignement. Thank you on your information.

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