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lunes, 3 de agosto de 2009

Día de furia

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Hoy tempranito, mientras estudiaba Sociedades Comerciales para rendir, comentaba en un blog amigo lo primero que se me cruzaba en la cabeza. El post original está acá, pero lo transcribo sin censuras. El vocabulario —así tosco como está— es parte del sentimiento.

Hoy es un día normal en la vida de un estudiante de derecho.

En un rato voy a rendir "Sociedades". Me sé todo el régimen de la Sociedad Anónima y de todo cuanto tipo societario prevé esa maldita ley. Sé todas las opiniones doctrinarias sobre el art. 157 y el art. 274 en materia de responsabilidad de gerentes y directores. Sé todo.


Sin embargo no tengo ni puta idea cómo es una asamblea.


No tengo ni puta idea cómo es una acción nominativa. Si mañana me recibo y me muestran una acción, no la reconozco como tal porque jamás vi una.


No vi jamás una puta constancia de cuenta de acción escritural.


No entiendo el voto acumulativo. ¿Votan levantando la mano? ¿Votan todos a la vez? ¿En una mesa? ¿por mail? ¿Telégrafo?. Sin embargo si me toman un ejercicio lo resuelvo perfecto porque me enseñaron un sistema de pasitos "as easy as 1-2-3" con el que "no le errás en el examen".

No vi jamás una contrato constitutivo.
Nunca vi un estatuto o un reglamento.

No tengo ni puta idea cómo es un debenture ni jamás vi un acta de asamblea.


No entiendo en la práctica como mierda funciona el sistema de excedentes repartibles y retornos repartibles no obstante sé explicar de memoria todo lo que Nissen explica sobre ellos, el criterio del art. 42 de la Ley de cooperativas y toda otras chácharas. Pero en el fondo no tengo ni puta idea de qué estoy diciendo.


No tengo ni puta idea cómo es un libro de registro de acciones ni cómo es un libro de asistencia.


Si bien puedo recitar toda la ley de memoria, el 60% o 70% de su contenido no tengo ni puta idea de cómo funciona en la práctica o cómo se representa materialmente.


En fin, un largo etcétera.
La lista sigue. Pero debo seguir estudiando de memoria.

Saludos.
La radio está buenísima.


Ahora igual estoy más calmado. Ya rendí. Confío en mi teoría sobre la nota de examen [acá].

25 comentarios:

Alberto Bovino dijo...

Muy bueno lo suyo, pero Ud. es muy pretencioso, ¿qué pretende? ¿que le enseñemos a ser abogados?

No es fácil la cosa.

Yo tampoco ví (o al menos si lo ví no supe que era) jamás un debenture ni ninguan de esas cosas raras que mencionás por ahí.

¿Te acordás del complejo de Rock Hudson? Tenés que escribir sobre eso.

Éxitos con la nota.

Abrazo,

El AQDC

Gaviota dijo...

Lo peor es que ver los libros, las escrituras, y demás, no garantiza nada tampoco. Pero algo es algo.

Becca dijo...

Bueno quedate tranquilo que a veces uno tiene suerte... yo entendí finalmente como funciona un warrant gracias a que un señor en el subte se lo explicaba a su amigo bancario..
excelente el blog!!
saludos

Tomás Marino dijo...

Sí y no Gaviota.

Charlando con amigos, me doy cuenta de que muchas de las leyes de fondo y con gran contenido fáctico (quiero decir, al estilo de si pasa A, debe pasar B; o cuando pase B, se tendrá la posibilidad de que pase C, etc.) tienden a ser representadas gráficamente cuando uno estudia.

Esto ya lo comenté en la entrada de la trompeta. Las palabras despiertan imágenes, secuencias, historias, mini-videos mentales, que de no ser completados o ayudados por el material que acercan los docentes, se vuelven vacíos. Casi caricaturas.

Uno se termina imaginando que una acción es parecido a un pagaré, otro cree capaz que es tipo un carnet de manejo, y otros creen que va en una hoja A3 con fondo de aluminio.

Por eso es que si bien no te hace ser abogado conocer cómo es una escritura pública, te brinda una herramienta fundamental: ir al mundo real y reconocer las categorías teóricas en los elementos que se te presentan.

Allá, en la realidad, hay instrumentos privados, hipotecas, acciones, contratos y libros de comercio que el estudiante de derecho debería conocer como tales, y no en su concepto. Hay papeles y no artículos.

Mi reclamo es superficial, mínimo, eso lo sé. Pero se funda en una deficiencia que por ser tan básica es que resulta justamente imposible de dejar pasar.

Todavía recuerdo los primeros días que trabajé en la cámara, leyendo horas y horas expedientes de todo tipo. A cada segundo mi sensación era "ahh, ésto es un pagaré". "Ahhh, así es una escritura pública". "Ahhhh, así es una interlocutoria". "Ahhh, así redactan los abogados y los jueces". "Ahhh... así es el sello de foliatura". "Ahhh, así es un cuaderno de prueba".

Todo, absolutamente todo era radicalmente diferente a las caricaturas que armé en mi cabeza cuando cursaba las distintas materias.

*

AB: lo leí mil veces el texto de V.A y hasta lo compartí con un montón de amigos. Es excelente. No escribí nada por que estaba muy relacionado con lo de la trompeta. Hasta me dio cosa que parezca que lo había robado de ahi. Él, obviamente, lo plantea con mucha más calidad que yo.

Yo lo hubiera llamado "el complejo Miles davis". Ja!.

Tomás Marino dijo...

Becca, ¡tu anécdota es muy buena!

¿Te acercaste para agradecerle al menos?

Hernán dijo...

Tomás, me acuerdo cuando cursé Sociedades -cátedra Piaggi- hicimos un role play de una asamblea de SA, estuvo bueno. De antemano eligieron un presidente que debía encargarse de redactar un orden del día, otro debía llevar el acta y el resto divididos en directorio, un grupo con acciones sindicadas, etc. Después se colgaba en la página de la cátedra el acta del asamblea. De todos modos en la facultad hay temas insólitos, me acuerdo lo que me rei con la letra de resaca.

Tomás Marino dijo...

Ahi va.

Eso es enseñar sociedades. Bien por tu profesor (docente) y su idea.

Vicky dijo...

Tomás, buen día

Me sumo al comentario de Hernán, ya había mencionado en post anteriores de una Cátedra que nos hizo correr por y recorrer BA: Tribunales, Boletín Oficial, IGJ...
Es la misma Cátedra, Ana Piaggi, y el adjunto es el Prof. Curá.

Pidió: estatutos, actas de asamblea y de directorio, acciones, explicó claramente el voto acumulativo y puso ejemplos claros, clarísimos, ni hablar de los cientos de TP que hicimos.

Lo llamativo es que en sus comisiones nunca hay más de 7 - 10 personas, porque "pide demasiadas cosas, es mucho..." (sic de otros alumnos).

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Tomás:

Muy cierto lo que decís. Pero hay que hacer una visión crítica alguna vez...

Los estudiantes (y yo lo soy) no estudian, no se ponen las pilas, no quieren entrar en cátedras donde los exijan.

Por ej: en mi facultad tenemos Procesal I cátedras A y B. En la A se meten todos porque saben que es escrito el parcial. En la B ni locos porque es oral.

En Administrativo, lo mismo: como en la B se ven casos, y es oral, nadie. En la A están todos amontonados.

Y lo mismo en Constitucional!!!!!

Se estudia de apuntes, de resúmenes, de apuntes de apuntes de apuntes...

Se va con bolillas bajo poncho...

Etc. etc. etc.

O sea... a veces es un círculo vicioso: los estudiantes no quieren estudiar, los profesores no quieren enseñar. Y resultado: la facultad.

La Facultad no te da todo para ser abogado, cierto, obvio.

Entonces, a buscarlo en otro lado!!!! A ponerse las pilas! Que malos docentes, malas cátedras y malos libros no sean una excusa para nosotros!

Anónimo dijo...

Me hace acordar a las típicas discusiones en las obras entre el albañil, que mira de costado al arquitecto que dirige la obra porque nunca tocó un fratacho, y al arquitecto, que siente que sin él la obra no va a ningún lado, y que ni bien le saca los ojos de encima, el albañil mete la pata.

Hay que calmar la ansiedad. Si tomás un curso sobre recurso extraordinario, no tiene sentido que se desperdicie una clase enseñándote a llenar el formulario del depósito de la queja, o indicándote en qué lugar conviene firmar las copias.

Calma, calma, las cosas van llegando

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Sabias palabras las de Anónimo.

Tomás Marino dijo...

Agustín, si y no.

En QsA fuimos y somos los primeros en responder que el auditorio de las clases de derecho es muy heterogéno y de un nivel a veces reprochable.

Sin embargo, como dijimos en la entrada "Alumno vs. Docente quién condiciona a quién" (buscala por allí abajo), si bien puede el alumno justificar su mediocridad echándole la culpa al docente (lo cual es sólo una mera tontería que girará en su cabeza a los fines de justificar su propia vagancia), lo que nunca pueden hacer los docentes es el camino inverso: justificar sus propios yerros por la mediocridad del alunmnado.

Dijimos en esa entrada que era una postura que, a los fines de cerrar el círculo vicioso, debía tacharse de inaceptable y disvaliosa.

*

Por el tema de la crítica, siempre se dijo que para criticar hay que tener "autoridad moral". Por dar ejemplo, no puede decir el ladrón profesional que es una verguenza que haya corrupción en la justicia, en tanto él no tendría "autoridad moral" para agraviarse de una bajeza análoga a su propia profesión.

Por eso rechazo el que critica sólo con el fin de autojustificar su propia vagancia y falta de pasión por hacer las cosas.

Pero por lo demás, tanto el caso del que aun siendo medio vago reconoce los defectos de la enseñanza del derecho (sin que eso lo use como justificativo) como el dedicado y apasionado que también somete a crítica al sistema educativo, creo que ambas críticas son plenamente válidas. Negar una crítica, en esos supuestos, atacando a quien la emite sería una falacia ad hominem de manual. Una tangente bastante mala.

Insisto: nunca una facultad, una cátedra o un docente tienen que nivelarse a la mediocridad que ellos creen detectar en los alumnos. Es la opción más estúpida, irreflexiva y mediocre que pueden elegir.

Tomás Marino dijo...

Anónimo, creo que interpretás mal lo que estoy diciendo. Máxime por la analogía que usás que lleva la queja a la trivialidad y a lo banal.

En ésta entrada se dijo cuál era el punto: http://quieroserabogado.blogspot.com/2009/05/se-puede-estudiar-la-trompeta-sin.html

En una parte se dijo:

5) Se dirá "no hay tiempo, los contenidos son demasiados"

De vuelta; eso esconde una concepción equivocada del problema. La apreciación de la realidad material no se hace a continuación o anterior al estudio de la realidad conceptual. Son un todo inescindible que implica una actividad simultánea . No existe [perdón, debería existir] el entendimiento del uno sin el otro; no es que la mitad de la clase se explica el concepto y la otra se revuelven papeles. Para nada. El alumno debe escuchar hablar de la especialidad en la hipoteca mientras en el banco tiene una escritura donde lee cómo la notaria especifica palabra por palabra a qué parecela, casa, barrio, unidad funcional se supone que está refiriendo ese derecho real de garantía. Y, de igual manera, debe estudiar para el examen todos los elementos que a criterio de la doctrina un pagaré debe tener, mientras al lado de su libro, descansan múltiples pagarés, reales y concretos; tangibles y observables. No porque su padre o madres se los dio, sino porque el profesor —la casa de estudios— se los asignó para su observación en tanto considera a dicha actividad como esencial para la formación integral.


El punto es que no hay que saber qué formularios llenar para meter un recurso extraordinario. El punto es que para estudiar el recurso extraordinario, el docente tiene que acercar ejemplos (no modelos de CD) para que el alumno los vea, los entienda, comprenda y aprehenda. Así toda conceptualización es mucho más sencilla. Y nada de lo anterior quita tiempo ni hace necesario esperar con calma. Es todo una actividad única y sencilla, con muy bajo costo.

Agustín Eugenio Acuña dijo...

Tomás:

1. Sí leí la entrada que mencionas y me gustó.

2. La visión crítica que te di, es sólo para agregar el otro lado del círculo vicioso. Nada más. Obvio que justificarse por el otro es espantoso e inaceptable.

3. No te niego la crítica!!! Solo dije que a veces hace falta una visión crítica de nosotros, los estudiantes, ese grupo heterogéneo...

4. Coincido: nunca una facultad tiene que ir a la mediocridad!!!!

Berna dijo...

Hay que partir de una realidad que es el escaso tiempo disponible para dar una clase. Creo que hay que aprovechar al máximo ese tiempo y lo primero que se me ocurre es descartar lo innecesario.

Ahora me pregunto cuánto tiempo se ganaría si los profesores dejan de dictar clases y reproducir lo que dicen los textos.
El primer problema es que el alumno recibe lo que el profesor piensa que dice tal o cual doctrinario.
En segundo lugar, le quita toda posibilidad crítica y analítica al alumno.
En la enseñanza del derecho de nuestras facultades hay una especie de imposición de conocimientos y no, como lo creo conveniente, una conducción por parte del docente hacia los mismos.

De esta manera habría mas lugar para lo que hoy se está perdiendo y exigen los escasos estudiantes que piden un poco más.

Suerte con esa nota Tomás, reflejo de vaya uno a saber que.

Tomás Marino dijo...

Berna, lo que decís es clave. La conexión entre la ley (y acá incluyo a lo que la doctrina dice sobre ella) y la realidad es justamente el docente.

Si el docente se aboca exclusivamente en la ley, o se aboca exclusivamente a redundar en lo que dicen los libros de doctrina, llega un punto donde la clase es circular.

*

La figura del docente NO es decir qué dice la ley, ni explicarnos qué dice la doctrina. Ambas cosas se pueden leer en casa.

Lo que tiene que hacer es tomar ese combo, trabajarlo, discutirlo en clase, pero conforme él mismo realiza un nuevo discurso, distinto (en lenguaje, compromiso, forma y detalle) y novedoso a los fines de que los alumnos puedan entender —y eventualmente criticar— la realidad.

*
Por lo de la nota, no me veo muy bien. El parcial fue muy largo y si bien tipeo a la velocidad de la luz (y un par de metros por segundo más rápido), escribiendo a mano soy muy lento. Ya veremos.

Zaratustra dijo...

Hola Tomás, ¿todo bien?
Bueno te cuento, yo hace unos días me metí a laburar en un juzgado de garantías y te puedo decir que, habiendome leido mucha bibliografía de derecho penal y casi al final de mi carrera de abogacía, ¡no sé un choto hermano!
Puedo decir que ahora "estudio derecho" por un lado, y por el otro "estudio la realidad". Nada, cero, estoy como si fuera un estudiante secundario ahí adentro.
Es muy impresionante la distancia entre una cosa y la otra... creo que demasiado.

Un abrazo!

Playmobil dijo...

Zaratustra:

"Por lo demás, en tanto el discurso teórico posee su propio modelo ideal de funcionamiento de la instancia práctica y su discurso, otra faceta del complejo de Rock Hudson es por un lado la producción de conceptos teóricos presuponiendo un marco errado de aplicación practica de ellos, y por otro, la falta de un modelo teórico que dé cuenta del real funcionamiento del sistema de administración de justicia. En síntesis, se elaboran conceptos dogmáticos para una justicia que no existe; y nadie elabora un discurso alternativo para la justicia que realmente existe.

Como lo ha puesto en evidencia la epistemología (Althusser, Bachelard, Moulines) las teorías incluyen sus condiciones de aplicación en su aparato conceptual, por lo que la ignorancia o las falsas ideas acerca del funcionamiento de la practica jurídica, afectan en su validez a toda la producción teórica.

Los juristas sufren así una faceta avanzada del complejo original, que podríamos llamar complejo de Rain man o autismo erudito, que ya detectara Feyerabend al manifestar que ellos nos brindan brillantes ejemplos de expertos que no saben de lo que hablan."


De "El complejo de Rock Hudson" de V. Abramovich

Saludos.

Alberto Bovino dijo...

Estimados amigos:

Coincido en que no debés ir al aula a repetir lo que les diste para leer. Sin embargo, muchos estudiantes, cuando hago una encuesta anónima a mitad o al final del curso se quejan de que no desarrollo el material de lectura.

Yo raramente lo hago, y si lo hago, no lo hago de manera ordenada (no quiero decir que lo que digo es tan desordenado que no se comprende, sino que no sigo el orden de los textos).

También creo que si bien debés ver los aspectos conceptuales de un tema, no podés ignorar la realidad.

Yo jamás les voy a informar qué plazo tienen para presentar tal recurso, pero sí les digo que el plazo es algo esencial, y que siempre, pero siempre, lean el artículo del código que lo establece. Para eso no se puede confiar en la memoria.

El mejor recurso extraordinario presentado luego de que venció el plazo es igual a cero.

Ahora, no crean que es fácil integrar lo que jamás debió dividirse. Es bien complicado, teniendo en cuenta de que somos AQDCs, es decir, de que además de trabajar por dinero, debemos vivir, amar, ver a los amigos, la familia, descansar, tomar ron, etcétera.

Saludos,

Un AQDC

Becca dijo...

Yo creo que el problema radica tbm en que ya salimos de la escuela con el patrón "ud dicta yo escribo-no cuestiono", repetido por 12-13 años de enseñanza escolar. Por ende en la facultad muchos estudiantes esperan ver ese modelo reproducido.
Sino de que forma se explica la alta prefencia al momento de elegir de cátedras estrictamente magistrales, que encima son altamente recomendadas en el centro de estudiantes??
En mi caso cuando em tocan caátedras donde el profesor va a reproducir el libro y tengo la suerte de que no toma lista, directamente sólo voy a rendir los parciales.
Por mi parte creo que en clase no se debe explicar que dice el texto, sino debatir y sólo detenerse en dudas puntuales. El abogado tiene que saber pensar,no repetir de memoria. Si no podemos leer solos un texto y necesitamos que el profesor explique cada palabra, solamente estamos ejercitando la mano a ver cuan rápido podemos copiar.
Nos cuesta y mucho como estudiantado salir del modelo escolar primario.

Alberto Bovino dijo...

TMarino, aparecé por mi blog, que invoqué tu presencia en un post, y dame alguna idea.

Abrazo


El AQDC

Ximena dijo...

Tomas...GENIAL...jajaja me cague de risa con tu post, recien hace menos de 1 mes rendi sociedades y creo q estuve una semana entera para entender acciones, me muero de envidia por esos porofesores que comentaron arriba que les dieron ejemplos practicos en clase. Hay cosas que son ajenas a nuestro lexico tipico e incluso a la forma de pensar juridica a la que estamos acostumbrados. Si bien La matetria Sociedades se basa en la Ley de Soc, hay muchas cosas que me costaron entender...pero si algo no entiendo es...COMO TE FUISTE SIN SABER ASAMBLEAS???? ESO ES TEMA DE EXAAAAAAMENNN QUERIIIDOO!!!!...igualmente, no te preocupes, la semana pasada el abogado para el que estoy trabajando tenia sobre su escritorio el libro de Villegas de sociedades porque nmevesitaba refrescarse la memoria antes de ir a una asamblea de accionistas... asi que vos vè. te mando un beso, me encanto tu blog y la proxima vez entro y hago la devolucion al comentario de Agistin acuña porque me parecio una tremenda y pesimista vision a MI facultad.
suerte, carpe diem tempus fugit.
aprobaste al final?

Ximena

Tomás Marino dijo...

Ximena, gracias por tu comentario!.

Aprobé las tres materias que dí, incluyendo sociedades. Asi que ahora disfruto mi tiempo libre.

Por lo de las asambleas lo sabía, al igual que toda la ley. Mi queja en realidad justamente a eso: sólo se el plano prescriptivo (deber ser) aunque ignoro el plano descriptivo (ser) de la realidad de la cual estaba hablando.

Son boludeces pero que —como vengo diciendo en el blog— me generan curiosidad de por qué no son explicadas.

Lógicamente son trivialidades: saber cómo se vota acumulativamente (no en lo normativo, sino en los hechos) debe ser posible de explicar en 33 segundos. Pero bueno, yo lo ignoro. No sé si levantan la mano, o qué. Ni idea, y probablemente no me importa. Frenaré en algún pasillo a algún profesor y le preguntaré.

Qué se yo.

Saludosss

Ivy* dijo...

Ah, y es genial la música que escuchás. En eso coincidimos.

Lissie dijo...

Muy buen blog mi estimado

siempre lo leo cuando tengo tiempo, muy bueno ;)

desde chile
le saluda una futura estudiante de derecho ;)

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